Tu corazón apagado comienza a bombear vodka, que anestesia a tus arterias y hace de tu cerebro un lugar aparentemente calmado. Esa felicidad momentánea puede estar bien pero soy demasiado exigente para buscar algo tan efímero. Sin embargo eso no me hace ser menos cobarde, no. Peco de viajar demasiado a Plutón o como se llame ese dichoso lugar que me absorbe. Lo bueno es que Plutón está lejos y nadie puede llegar. Lo bueno y lo malo. Plutón es traicionero si no sabes manejarlo. La clave está en dejarlo aparte, en un rincón de tu mente dividida para volver cuando el cielo se abra bajo tus pies y quieras huir a cualquier otra parte.
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