Estupideces

Hay veces que pienso que no estoy hecha para este mundo, que yo debí nacer en otra época o en otro país. Hay veces en las que el mundo que me rodea está tan muerto y aburrido que consigue agobiarme y asfixiarme. El mundo gira y gira, pero no hay nada nuevo. Conversaciones estúpidas dichas por personas más estúpidas aún que aparentan ser lo que no son para encajar con gente igual de estúpida y aburrida que ellos. Y tú, claro, tienes que fingir que te interesa lo más mínimo para que no te tachen de antisocial. No es ser falso, es adaptarse al medio. Supervivencia básica. Rutina, pasillos colapsados de gente sin rumbo, de ganado masificado. Y tú no tienes más remedio que meterte en esa masa. Mentes manipuladas, adoctrinadas, amasadas al gusto de políticos y multinacionales que nos dicen qué escuchar, qué pensar, qué ver y hasta de quién te tienes que enamorar. Esto se lo debemos a la cantidad de películas de medio pelo importadas de Hollywood o a los libros de amor baratos en los que te dicen que tu amor ideal debe ser guapo, rico y con un toque rebelde. Estupideces. Nos venden el cuento de que tenemos que ser nosotros mismos, y sin embargo marginamos y nos reímos de aquellos que son diferentes. Pero ¡ay, qué tolerantes somos! Basura. Estoy cansada de ser políticamente correcta, de que me digan cómo vestir y cómo pensar. Mi mente es demasiado abstracta y viva para vuestro mundo aburrido. Podéis quedaros con vuestra música aburrida, con vuestras películas estúpidas y con vuestros estereotipos y prejuicios absurdos.