domingo, 20 de abril de 2014


             Ya sé. Ya sé.
Son limitados, tienen necesidades
y preocupaciones
distintas.

Pero los observo y aprendo de ellos.
Me gusta lo poco que saben,
que es
tantísimo.

Se quejan pero nunca se
preocupan.
Caminan 

con una dignidad sorprendente.
Duermen 

con una simplicidad directa que
los seres humanos 

sencillamente 
no podemos
comprender.

Sus ojos son más
hermosos que los nuestros.
Y pueden dormir 20 horas
al día
sin vacilar ni sentir
remordimientos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario